LA ENFERMERÍA
Dedicaremos este capítulo a exponer los cuidados generales que un accidentado o enfermo a bordo precisa hasta completar su recuperación, o hasta que se produzca su evacuación.
Hemos de tener en cuenta que el paciente se encontrará abrumado y asustado por su estado, por lo que un trato amable y la atención a los detalles pueden influir positivamente en el ánimo del enfermo y, además le inspirará confianza y seguridad en los cuidados que le prestemos.
Los casos de enfermedad o accidente que requieren cuidados especiales deben ser atendidos en la enfermería del barco o, en su defecto en un camarote aislado, a fin de facilitar y asegurar dichos cuidados, a la vez que de esta forma se disminuyen los riesgos de propagar infecciones insospechadas y el paciente, además, disfrutará de mayor tranquilidad.
Para evitar la acumulación de polvo y facilitar la limpieza del camarote, es conveniente sacar del mismo todos los accesorios innecesarios como cuadros, muebles, etc.
El suelo hay que fregarlo a diario y, como mínimo dos veces a la semana, se efectuará una limpieza en profundidad de suelos y mamparos, aplicando una solución desinfectante (lejía) (OTRO MATERIAL FUERA DE CAJONES, Botiquines A y B).
La ventilación del camarote, bien mediante climatizadores o a través de portillos, ha de ser suficiente para asegurar una renovación adecuada del aire, pero sin que se produzcan cambios bruscos de temperatura o corrientes de aire, que pueden ser molestas e incluso perjudiciales para el enfermo. La temperatura ideal de la enfermería, o camarote que cumpla su función, oscilará entre 16 y 19º C.
La primera atención al paciente será en muchos casos la ayuda que hay que prestarle para desvestirse, pues puede tener dificultad para hacerlo o estar inconsciente, y meterlo en la cama. Primeramente se le quitarán el calzado y calcetines, luego los pantalones y, finalmente la camisa.
En caso de lesiones graves en las piernas, puede ser necesario quitarle los pantalones cortando previamente la costura del lado lesionado. Si la lesión se ha producido en un brazo, sacará primero la manga del lado sano, después la cabeza y, finalmente, con mucho cuidado, la manga del lado enfermo.
Figura 6-1: Enfermería a bordo
Es conveniente, por medidas higiénicas, que el paciente esté en pijama o ropa limpia y cómoda, que puede sustituirse por ropa interior en ambientes muy calurosos. Si el enfermo está inconsciente, será más cómodo no ponerle nada de cintura para abajo.
Si el tripulante no puede desplazarse al comedor, se le servirán las comidas en el camarote destinado a enfermería, retirando los cubiertos, platos y restos de comida inmediatamente después que termine. Sólo en ciertas enfermedades contagiosas, como la hepatitis, es preferible lavar el menaje en el propio camarote, y en estos casos será de uso estrictamente personal, para evitar contagios.
En caso que el paciente no pueda levantarse al servicio, dejaremos
a su alcance una botella de orina o una cuña (CAJÓN 15,
Botiquines A y B). Tenga en cuenta que en ocasiones precisará
ayuda para utilizarlo y es posible que le dé apuro pedirlo, por
lo que debemos ofrecérselo. Déjele solo para respetar
su intimidad, retirando el orinal inmediatamente que termine.
Figura 6-2: Botella de orina y cuña.
En enfermedades infecciosas como la hepatitis, cólera, etc., vierta en el orinal un chorro de lejía y déjela actuar unos minutos, antes de eliminar las deposiciones por el desagüe.
En las enfermedades pulmonares, acompañadas de tos y expectoración (o las digestivas, con vómitos), debe facilitarse al enfermo un recipiente adecuado, que puede ser reutilizable, previo lavado y desinfección con lejía, o desechable; lo eliminaremos en este caso cerrándolo en una bolsa de plástico, que se incinerará a ser posible.