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PARTO
En los embarazos a término, la mayoría de los partos son
normales, pero en algunos casos, sin previo aviso, pueden aparecer problemas
que ponen en peligro la vida de la madre y del hijo. Por ello hay que desembarcar
a la embarazada a tiempo para su hospitalización.
El niño nace normalmente unas 40 semanas después de haber
quedado embarazada la madre. A veces, por diversas razones, el parto puede
producirse prematuramente. Si un niño nace a bordo con tres meses
o más de adelanto, puede no sobrevivir (ver Capítulo
10.6, ABORTO).
El lugar adecuado para atender un parto es el hospital. Si por cualquier
razón esto no fuera posible y el parto se presentara, se acudiría
al puerto más cercano y nos prepararíamos para actuar según
se expone a continuación.
Preparativos para el parto
Debe disponerse un camarote apropiado. Si es posible, será lo bastante
grande para permitir el acceso desde los pies y ambos lados de la litera.
Si se va a utilizar la enfermería del barco, cualquier otro paciente
deberá ser instalado en otra parte. Si el paciente no puede ser trasladado
o si la enfermería ha sido utilizada para un paciente con una enfermedad
infecciosa, la parturienta deberá ser acomodada en otro camarote,
que se tendrá tan limpio e higiénico como sea posible. Ha
de estar confortable, a una temperatura de unos 21ºC.
Atravesada en la litera e inmediatamente debajo de la sábana se pondrá
una sábana impermeable o un plástico a fin de proteger el
colchón.
Se necesitará agua caliente y jabón, paños y toallas,
así como una cuña (CAJÓN 15, Botiquín A), un
recipiente para la placenta (CAJÓN 12, Botiquín A), cuatro
trozos de cinta de unos 25 cm.
de longitud, tijeras quirúrgicas (CAJÓN 12, Botiquín
A), gasas estériles CAJÓN 14, Botiquín A), dos pequeños
apósitos estériles (CAJÓN 14, Botiquín A), jeringa
de 5 c.c.
y aguja (CAJÓN 12, Botiquín A), suero salino fisiológico
al 0,9% (CAJÓN 13, Botiquín A) y aspirador mecánico
para desobstrucción de las vías respiratorias (OTRO MATERIAL
FUERA DE CAJONES BOTIQUÍN A). Todos los instrumentos y la cinta deben
esterilizarse por ebullición durante 20 minutos por lo menos. Además,
será necesario tener preparada, lista para el uso, una manta suave
limpia en la que envolver al niño, una caja apropiada con sábanas
limpias que sirva de cuna, y un camisón y sábanas limpias
para la madre después del parto.
La persona o personas que asistan al parto deberán tener buena salud
y no padecer tos, resfriados, enfermedades infecciosas o enfermedades de
la piel. Antes de asistir a la madre o al niño, las personas encargadas
se lavarán y cepillarán cuidadosamente con agua y jabón
las manos, las muñecas y los antebrazos (cepillo para uñas,
CAJÓN 12, Botiquín A), se pondrán guantes estériles
de látex (CAJÓN 14, Botiquín A) (como se indica en
el Capítulo
7.1, HERIDAS) y llevarán ropa recién lavada.
Signos y síntomas de inicio del parto
- Los dolores del parto se producen aproximadamente
cada dos minutos. Generalmente, el inicio es un dolor en la espalda o
unas contracciones en la parte inferior del abdomen. Durante ellos, la
mujer siente la necesidad de empujar para expulsar el feto. Pedir CONSEJO
MÉDICO POR RADIO y preparar la evacuación al puerto
más cercano.
- Debe animarse a la mujer a que evacúe
el intestino y la vejiga antes del comienzo del parto, y limpiarse
estas zonas escrupulosamente.
- Los dolores del parto se hacen más fuertes y frecuentes durante
un variable número de horas, hasta que se producen cada minuto
aproximadamente. Ya entonces habrá probablemente una «muestra»,
que consiste en una pequeña cantidad de sangre y moco que desciende
por la vagina. El proceso del parto ha comenzado.
- Rotura de la bolsa de aguas. Generalmente
al poco tiempo, pero a veces sólo después de varias horas,
la bolsa de agua en la que el niño está envuelto en la matriz
se rompe, saliendo por la vagina una cantidad bastante grande (de 250
a 500 ml.)
De un líquido acuoso viscoso.
- La mujer grita constantemente o advierte que ya va a tener el bebé.
El descenso y la salida del niño pueden
durar de 30 minutos a varias horas.
Cómo actuar en el parto
- Estará ya preparada la cama y el camarote, así como la
persona encargada de la asistencia (ver más arriba). Pedir a la
embarazada que se desnude de cintura para abajo y se tumbe boca arriba,
con las rodillas flexionadas y separando bien los muslos.
- Inspeccionar el canal vaginal para comprobar sila cabeza fetal aparece
en el momento de la contracción. Si es así, lo más
probable es que el parto esté muy próximo (figura 10-1).
Figura 10-1: Visión de la cabeza del feto
al inicio del parto
- Pedir a la madre que no empuje o apriete con el estómago, sino
que respire hondo. La expulsión prematura o demasiado rápida
de la cabeza del niño puede desgarrar la vagina.
- Si no se ha roto la bolsa amniótica, sino que sigue cubriendo
la cabeza del bebé, romperla para que salga el líquido.
En caso de que no se disponga de ningún objeto romo, utilizar los
dedos para romper la bolsa. A continuación, tirar de las membranas
y apartarlas de la cara del bebé para que pueda respirar.
- A medida que sale la cabeza del feto, sujetarla con ambas manos (figura
10-2), pero sin intentar enlentecer o acelerar el ritmo del parto tirando
de ella o empujándola.
Figura 10-2: Sujetar la cabeza.
- Comprobar la posición del cordón umbilical; si está
enrollado al cuello del niño, tirar suavemente de él por
encima de su cabeza (figura 10-3).
Figura 10-3: Tirar del cordón.
- Continuar sujetando la cabeza a medida que sale el bebé. Los
hombros suelen salir con la siguiente contracción, así que
hay que animar a la madre para que respire hondo cuatro veces seguidas
y empuje con todas sus fuerzas. Cuando aparecen los hombros, se lleva
suavemente la cabeza del niño hacia abajo para permitir que se
libere el superior (figura 10-4).
Figura 10-4: Salida del hombro superior.
- Con la siguiente contracción, se efectúa un movimiento
contrario para facilitar la salida del hombro inferior (figura 10-5).
Nunca forzar al bebé en ninguna dirección.
Figura 10-5: Salida del hombro inferior.
- Advertir a la madre que empuje nuevamente con fuerza para que salga
el resto del cuerpo. El recién nacido es muy resbaladizo y hay
que sujetarlo bien, aunque con suavidad; lo mejor es agarrar su cabeza
con una mano y las nalgas o los pies con la otra (figura 10-6).
Figura 10-6: sujetar al recién nacido.
- Sujetar al bebé con la cabeza boca abajo para que elimine el
moco de la boca y la nariz (figura 10-7), y limpiárselas con un
paño o gasa limpios. Normalmente, el bebé comienza a respirar
espontáneamente.
Figura 10-7: Colocarle boca abajo
Consideraciones
especiales sobre el bebé
- Si el bebé no respira espontáneamente, ayudarle frotando
suavemente su espalda o las plantas de los pies hasta que empiece a
llorar.
- Si no da resultado, introducir los dedos en la boca para limpiar
la mucosidad o usar el aspirador mecánico para desobstrucción
de vías respiratorias (OTRO MATERIAL FUERA DE CAJONES, Botiquín
A). Si a pesar de todo no se observa ninguna mejoría, iniciar
la respiración boca a boca-nariz y el masaje cardíaco
(ver cuadro y figuras 10-8 y 10-9).
Figura 10-8: Respiración
boca a boca-nariz.
Figura 10-9: Masaje cardíaco.
RCP RECIÉN NACIDO
1 INSUFLACIÓN CADA 3 SEGUNDOS
+
5 COMPRESIONES CADA INSUFLACIÓN
(Deprimir el esternón 1,5 - 2,5
cm.
cada compresión)
- Cuando el niño está ya respirando, limpiarle los ojos
con torundas estériles empapadas de suero salino fisiológico
al 0,9%, ayudándose para extraerlo del frasco con una jeringa.
- Cuando deje de latir el cordón umbilical, atar dos trozos
de cinta alrededor del cordón; un trozo de cinta debe atarse
a unos 5 cm.
del abdomen del niño, y el otro a unos 2,5 cm. más allá;
cortar entonces entre los dos nudos con las tijeras quirúrgicas
(ver figura 10-10) y cubrir la parte unida al bebé con un apósito
estéril.
Figura 10-10: Atado y corte del cordón umbilical
- Secar rápidamente al bebé para que no coja frío
y colocarle, enteramente tapado con una manta limpia, sobre la madre,
dejando expuesta sólo la cara (figura 10-11). Es conveniente
poner el niño al pecho, porque acelera la expulsión de
la placenta.
Figura 10-11: Madre-niño.
Consideraciones especiales
sobre la madre
- Las contracciones se inician de nuevo después del parto del
niño. Estas contracciones tienen por finalidad la expulsión
de la placenta. No tire del cordón umbilical ni presione sobre
el abdomen de la madre. La placenta puede tardar 30 minutos en expulsarse
después del parto; por lo tanto, se debe enviar a la madre a un
hospital en cuanto sea posible, sin que sea necesario esperar a que se
produzca la expulsión.
- Por el contrario, si aparecen signos de expulsión de la placenta
(aumento de la longitud del cordón umbilical o derrame de sangre
por la vagina), se indicará a la madre que empuje fuerte, mientras
se aplica compresión suave en el abdomen.
- Cuando aparece la placenta (figura 10-12) (de aspecto carnoso, como
una torta aplanada, de unos 15-20 cm.
De diámetro, con el cordón unido a su centro), se puede
controlar la hemorragia realizando masaje sobre el útero. Para
ello, se coloca una mano en la parte baja del abdomen y se aplica un masaje
suave pero firme. Se percibe entonces el endurecimiento del útero
debido al masaje. La maniobra se repite cada 5 minutos durante una hora
o hasta que se disponga de asistencia médica.
Figura 10-12: Expulsión de la placenta.
- Guardar la placenta, las membranas y otro material que salga de la
madre en una bolsa de plástico dentro de un frigorífico
para llevarla al hospital al evacuar a la madre y al niño.
- Limpiar el orificio vaginal con una toalla húmeda y colocar un
paño limpio o una compresa.
- Se lavará a la madre y se le pondrá un camisón
limpio y se volverá a hacer la cama con sábanas limpias.
Se le dará una bebida caliente y, si no lo ha hecho ya, se le permitirá
que ponga al niño al pecho un rato.
Advertencia importante: No intentar un parto
sin asistencia en caso de que asomen los pies, brazos, hombros o nalgas
del bebé en lugar de la cabeza. Si es así, la necesidad urgente
del traslado a un hospital es absoluta.