MANTENIMIENTO Y REPOSICIÓN DEL BOTIQUÍN
Según el Real Decreto citado, el suministro y la renovación del contenido del botiquín y de los antídotos supondrá una responsabilidad exclusiva del armador, sin que en ningún caso pueda implicar coste alguno para los tripulantes.
El botiquín y los antídotos deberán instalarse en un lugar adecuado y mantenerse en todo momento en buen estado. Deberán completarse o renovarse lo antes posible y, en cualquier caso, serán prioritarios en los procedimientos normales de abastecimiento.
Figura 5-6: Cómo no llevar los medicamentos.
El manejo y mantenimiento del botiquín y de los antídotos constituirá una responsabilidad del capitán o persona que ostente el mando del buque. Sin perjuicio de la misma, ésta podrá delegar la responsabilidad de su uso y mantenimiento en uno o más tripulantes especialmente designados por su competencia. Serán éstos los encargados de ir anotando en el Libro de Registro de la Administración de Fármacos a bordo (CAJÓN 11, Botiquines A y B), los medicamentos administrados a cada tripulante, así como de confeccionar periódicamente una lista de medicamentos, material o antídotos a reponer lo antes posible, bien por caducidad o por agotamiento de existencias.