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INSOMNIO
Se entiende por insomnio las dificultades que presentan los pacientes y
personas sanas para realizar un fácil inicio, mantenimiento y duración
del sueño.
El tiempo de sueño total es diferente según las personas,
su actividad física, edad, etc.
Nos referimos a insomnio cuando el tiempo de sueño al día
es inferior a 6 horas, de forma habitual.
El insomnio puede ser:
- A consecuencia de trastornos físicos: enfermedades que producen
tos, fiebre, disnea (dificultad respiratoria), picores, vómitos,
etc.
- Debido al abuso o retirada de sustancias: alcohol, anfetaminas, cocaína,
tranquilizantes.
- A consecuencia de enfermedades psíquicas o estrés: ansiedad,
conflictos familiares o laborales, pérdida de un ser querido, etc.
Los pacientes con insomnio refieren somnolencia durante el trabajo, irritabilidad,
cansancio y disminución de la capacidad de atención y concentración,
lo cual los diferencia de las personas que necesitan pocas horas de sueño.
El tratamiento del insomnio va a depender de la causa que lo origine, siendo
en general necesario el estudio médico del paciente. No obstante,
es posible tomar una serie de medidas que pueden mejorar el problema:
- Dormir el tiempo suficiente pero no más.
- Tener horas regulares de acostarse y levantarse.
- Crear unas adecuadas condiciones en el camarote y en la litera, procurando
que tengan una temperatura adecuada (ni demasiado caluroso ni demasiado
frío); evitando los ruidos fuertes; somier, colchoneta y almohada
cómodos, pero no necesariamente blandos, etc.
- No ir a la cama con hambre y sed; la toma de un vaso de leche tibia
puede ayudar a dormir.
- Efectuar un ejercicio regular durante el día ya que favorece
el sueño, a diferencia del ejercicio intenso esporádico.
- Evitar la siesta o las cabezadas; no usar la cama para estar acostado
despierto.
- Las comidas copiosas pueden alterar el sueño; se debe evitar
la toma de bebidas en exceso antes de dormir.
- El consumo habitual de tabaco produce alteraciones del sueño.
- evitar la cafeína (café, refresco de cola), sobre todo
en las horas previas al descanso.
- evitar el exceso de alcohol, ya que aunque produce somnolencia da lugar
a un sueño fragmentario.
- No esforzarse demasiado en dormir; si no se consigue conciliar el sueño
con facilidad, es mejor levantarse y llevar a cabo alguna actividad que
no le exija concentración.
- Los hipnóticos (pastillas para dormir) se pueden usar de modo
ocasional. Su empleo está justificado para resolver un problema
agudo, pero debe evitarse su uso continuado; hacerlo siempre bajo supervisión
médica. Solicite, en este caso, CONSEJO
MÉDICO POR RADIO.