Contenido:
ENFERMEDADES CRÓNICAS Y METABÓLICAS
Enfermedades cardiovasculares
La arterioesclerosis, proceso por el cual las paredes de las arterias se
endurecen y estrechan, constituye la base de la mayoría de las enfermedades
en las que no llega suficiente sangre al corazón (angina de pecho,
infarto de miocardio), al cerebro y a las extremidades inferiores, constituyendo
todas ellas lo que en conjunto se denomina «enfermedades cardiovasculares».
En el desarrollo de estas enfermedades influyen una serie de factores
llamados «de riesgo», que es de gran interés conocer
ya que reduciéndolos o eliminándolos podremos controlar sus
consecuencias. Aunque existen bastantes, los más importantes son:
el tabaco, el colesterol
alto y la presión arterial elevada.
Todos ellos son controlables y modificables.
Para reducir estos factores de riesgo es de
gran importancia:
- Alimentación adecuada, para reducir
el consumo de colesterol, sal y alcohol, así como para controlar
la obesidad y aumentar el consumo de fibra vegetal. En la práctica
debe darse preferencia al consumo de alimentos de origen vegetal (cereales,
frutas, hortalizas, etc.),
así como un incremento del consumo de pescados, aves de corral,
carnes magras y productos lácteos sin grasa o con bajo contenido
de ésta. No deben tomarse más de 5 gr./día
de sal y debe evitarse el consumo elevado de alcohol y azúcar refinado.
- Supresión del tabaco, considerado
el principal factor de riesgo modificable. Dejar el tabaco supone, además
de eliminar un factor de riesgo cardiovascular, gozar de una mejor salud
general y aumentar la calidad de vida al rendir más física
y mentalmente, ya que se consigue un mejor funcionamiento de los aparatos
respiratorio y circulatorio y del sistema nervioso. La tasa de mortalidad
por infarto de miocardio en los fumadores que dejan de fumar puede ser
casi tan baja como la de la población que nunca ha fumado.
- Actividad física, siempre de acuerdo
con la edad. El ejercicio practicado con regularidad (p.ej.:
una actividad física de baja intensidad practicada durante 20 minutos
tres veces a la semana, como pasear a buen ritmo, subir y bajar de un
escalón...), puede ayudar a fortalecer la musculatura cardíaca
y contribuir al control de los niveles de colesterol. Consulte a su médico
antes de iniciar un programa de ejercicios.
- Mejoras en la organización del trabajo,
para proporcionar tiempos de ocio y descanso adecuados.
- Reconocimientos médicos que permitan
detectar y controlar precozmente los factores de riesgo antes mencionados
para reducirlos o eliminarlos.