TÉCNICAS DE SANEAMIENTO
DESRATIZACIÓN
Las zonas portuarias están infestadas por roedores que pueden transmitir múltiples enfermedades, como peste, tifus, salmonelosis, triquinosis, etc.
Los roedores penetran a bordo con mucha facilidad, aunque se tomen medidas de protección, directamente por los estachas y la plancha o a través de la carga y aprovisionamiento, por lo que será preciso adoptar medidas de desratización a fin de impedir la progresión de estas infestaciones esporádicas.
Deben adoptarse medidas de desratización pasiva, consistentes en:
Figura 14-5: Rateras en amarras.
Finalmente, si se ha detectado la presencia de roedores a bordo, se adoptarán medidas de desratización activa, utilizando trampas y raticidas.
Las trampas tipo resorte pueden ser muy eficaces para controlar pequeñas poblaciones de roedores. Se instalarán en la zona donde se ha detectado su presencia. El cebo depende de la carga que se transporte a bordo: si disponen de cárnicos o cereales secos, elegir como cebo la manzana, zanahoria o pepinillo; pero si pueden comer fácilmente fruta o verdura, colocar tocino de cebo. El cebo debe cambiarse a diario (cada 2-3 días el tocino). Después de una captura no desinfecte ni flamee la trampa, pues el olor atraerá a nuevos roedores. Por la misma razón, procure tocar las trampas lo menos posible
Los raticidas son productos que ocasionan la muerte del roedor, y pueden ser de dos tipos, los que producen una intoxicación mortal con una única dosis y los que producen hemorragias tras ser ingeridos durante varios días.
Estos últimos son los más recomendables, pues los de dosis única son rápidamente reconocidos y rechazados por los roedores.
La mayor parte de los raticidas son venenosos también para el hombre, por lo que se deben manejar con guantes, evitar comer y fumar mientras se manipulan, y después lavarse perfectamente las manos. Se mantendrán perfectamente identificados y rotulados, guardados en condiciones de seguridad y lejos de los alimentos.
Si la infestación es grande, debe recurrirse a la fumigación con ácido cianhídrico o bromuro de metilo, pero esta operación, muy peligrosa, debe realizarse exclusivamente por personal especializado en puerto.
El Reglamento Sanitario Internacional especifica que todo barco, al llegar a puerto, ha de presentar el certificado de desratización, operación que ha de practicarse cada seis meses. Pero si no existieran roedores a bordo, comprobado mediante la correspondiente inspección de las autoridades, puede suplirse con el certificado de exención de desratización.
La Orden Ministerial de 14 de enero de 1988 regula los impresos y documentos al respecto (ver ANEXO 9).