LESIONES INTERNAS
En determinadas ocasiones, un traumatismo sobre el tórax o el abdomen puede lesionar alguno de los órganos que contienen, sin que exteriormente veamos ninguna herida ni hemorragia.
Las lesiones pueden acompañarse de importantes pérdidas de sangre, que al no exteriorizarse tendremos que sospecharlas, por lo que vigilaremos la aparición de algún signo de shock: intranquilidad, palidez, mareo, desfallecimiento, sudoración y sobre todo el aumento de la frecuencia del pulso y la respiración, a la vez que disminuye la tensión arterial. Ante la sospecha de lesión interna o hemorragia interna, registraremos a intervalos constantes y muy frecuentes, por ejemplo de 5 ó 10 minutos, el pulso y la tensión arterial sistólica.
Figura 7-92: Registro de pulso y tensión arterial.
Si la tensión arterial va disminuyendo, a la vez que el pulso se hace cada vez más rápido y débil, probablemente el paciente esté sangrando y precisará atención médica urgente. Pida CONSEJO MÉDICO POR RADIO.
Mantenga al paciente en reposo absoluto y con una vigilancia cuidadosa. Mientras tanto, mantenga las medidas antishock, (ver Capítulo 2.1, SHOCK). Si el paciente está muy inquieto por el intenso dolor, administrar cloruro mórfico (CAJÓN 3, Botiquines A y B), una ampolla vía intramuscular o subcutánea, salvo lesiones en la cabeza o en el pecho o dificultad respiratoria.