Contenido:
TRANSPORTE DE ACCIDENTADOS
Ante una persona herida o sin conocimiento es fundamental reconocerlo en
el mismo lugar en que se encuentra, sin moverlo ni trasladarlo hasta que
no se le hayan hecho los primeros auxilios, pues de lo contrario existe
el riesgo de agravar la situación y causarle nuevas heridas.
Solamente en casos extremos (incendios, electrocución, asfixia,
inundación, aprisionamiento por hierros, etc.), deberá trasladársele
con el máximo cuidado hasta el lugar más próximo donde
se le puedan prestar los primeros auxilios.
En el momento del traslado hay que tener en cuenta que al enfermo o accidentado
se le debe mover el cuerpo lo menos posible.
TRANSPORTE SIN CAMILLA
Es necesario utilizarlo cuando hay que alejar rápidamente al accidentado
del lugar en que se encuentra, o cuando no es posible acceder hasta él
con una camilla.
- Traslado de un accidentado cuando está
sólo un socorrista
Para el traslado inicial (en tanto no dispongamos de otro medios) se volverá
a la víctima de espaldas, atando sus muñecas con un pañuelo
o una tela.
El socorrista se arrodillará a horcajadas sobre la víctima
y, poniendo su cabeza debajo de las muñecas atadas, podrá
arrastrarse hacia adelante, haciendo que el accidentado se deslice sobre
el suelo (ver figura 7-93).
Figura 7-93: Método del arrastre.
También se podrá hacer la evacuación del accidentado
sobre la espalda del socorrista o a hombros (ver figuras de 7-94 a 7-97).
- Traslado cuando hay varios socorristas
Cuando el número de socorristas es de dos o más, pueden
hacer un asiento de dos manos, sobre el cual podrán llevar a una
víctima. Cada socorrista sostiene al accidentado con un brazo por
debajo de los muslos, agarrándose las muñecas uno al otro;
el otro par de brazos servirá de apoyo para la espalda (ver figura
7-98). También puede utilizarse la llamada «silla tres manos»
(ver figura 7-99).
Figura 7-98: Asiento de dos manos.
Figura 7-99: Asiento de tres manos.
Puede usarse una silla como parihuelas en caso de emergencia (ver figura
7-100). También puede ser trasladado en posición similar
sin la silla.
Figura 7-100: Transporte con silla.
Cuando es necesario librar una abertura o compartimento pequeño
se puede utilizar un cabo para izar al accidentado (ver figura 7-101).
Todos estos métodos
se utilizarán sólo en el caso de que no haya sospecha
de lesión a nivel de columna vertebral (a no
ser que corra peligro la vida del paciente). Ante esa posibilidad,
inmovilizar según se indica en INMOVILIZACIÓN DE LA
COLUMNA VERTEBRAL, (ver
INMOVILIZACIONES Y VENDAJES).
Figura 7-101: Izado con un cabo.
TRANSPORTE CON CAMILLA
El procedimiento ideal para el traslado de heridos es la camilla.
La
camilla del tipo Neil-Robertson (OTRO MATERIAL
FUERA DE CAJONES, Botiquín A) es la más recomendable para su
uso a bordo, ya que en ella el herido queda fijado y se puede suspender, lo
que la hace idónea para traslados verticales.
Figura 7-102 Y 7-103: Camilla de Neil-Robertson.
El colchón de moldeo
al vacío (OTRO MATERIAL FUERA DE CAJONES, Botiquín
A) se adapta al paciente y permite una inmovilización completa
en horizontal durante el transporte.
Figura 7-104 Y 7-105:
Camilla de moldeo
al vacío.
Las camillas improvisadas
pueden usarse cuando no disponemos de otros medios, utilizando para su construcción
una puerta, una tabla de plancha o un tablero ancho; una escalera de mano;
un par de remos unidos con cuerdas, mantas o prendas con manga cerrada,
etc.
Para el transporte de un herido en una camilla
hay que tener en cuenta las siguientes normas:
- Llevar la camilla al lugar en que se encuentra
el accidentado, y no al revés.
- Colocar al herido en la camilla con sumo cuidado,
respetando siempre el bloque cabeza-cuello-tronco-piernas:
Poner la camilla sobre el suelo. Levantar a la víctima hasta colocarla
sobre ella lo más suavemente posible; se puede utilizar el «método
del puente» (ver figura 7-106).
Figura 7-106: Método del puente.
En las posibles fracturas de columna vertebral, hacerlo según se
indica en INMOVILIZACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL, (ver
INMOVILIZACIONES Y VENDAJES).
Cuando el accidentado esté consciente se le acostará boca
arriba, salvo que tenga heridas en el tórax; colocarlo semisentado.
Si está inconsciente se le pondrá en posición lateral
de seguridad (ver Capítulo
1.5), salvo que se sospeche fractura de columna; en este caso, esté
consciente o no, si se presenta vómito, lateralizarlo (ver figura
7-107).

Figura 7-107: Lateralización de un inmovilizado
de columna vertebral
- Abrigarlo convenientemente, pues el frío
perjudica notablemente tanto al chocado como a todo herido. Hay que pensar
que la inmovilidad, hemorragia y trauma disminuyen la resistencia al frío.
- Sujetarle para evitar que se caiga. Debe
sujetarse al herido con correas o cintas, pues cualquier movimiento brusco
puede despedirle de la camilla, lo mismo si está inconsciente como
si no lo está, y en este caso los propios movimientos del herido
pueden hacer que se caiga.
- Levantar la camilla con cuidado. Para el
transporte del herido los dos camilleros deberán colocarse de rodillas
en cada extremo de la camilla. A la voz del situado en la parte posterior
se pondrán ambos en pie. Durante la marcha los camilleros deberán
ir con el paso cambiado y manteniendo la camilla siempre horizontal (ver
figuras 7-108 y 7-109).

Figura 7-108 y 7-109: Transporte en camilla