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ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS
Antes de administrar cualquier medicamento debe recordar
los siguientes puntos:
- Sólo se suministrarán medicamentos en casos imprescindibles
bajo indicación médica.
- El medicamento se tomará siempre a su hora y por el tiempo indicado.
Complete siempre el tratamiento.
- Confirme siempre que es el medicamento indicado.
- Compruebe que no presente signos de deterioro (envase roto, mal aspecto,
etc.) y que su fecha de caducidad no esté superada.
- Consulte la lista de «Contraindicaciones, efectos secundarios
e interacciones de los medicamentos», (ver
Capítulo 5.2)
Inmediatamente después de administrar el medicamento, anote la fecha,
hora, cantidad y vía de administración en el «Libro
de Registros de Medicamentos» (CAJÓN 11, Botiquines A y B).
Si el medicamento ha de suministrarse varias veces al día, procure
adecuar las tomas de forma que respeten al máximo el descanso del
paciente.
Un medicamento puede tener varias presentaciones
distintas: por ejemplo, en forma de comprimido, supositorio, inyección,
incluso crema o pomada, y cada una va destinada a una vía concreta
de administración:
- Oral (por boca): Pueden ser grageas, cápsulas,
tabletas, comprimidos, jarabes. Las cápsulas deben tragarse enteras,
sin abrir. La mayoría de las personas tragan mejor las cápsulas
y tabletas si las colocan en la parte de atrás de la lengua y beben
algo de líquido después. Agite las suspensiones y jarabes
antes de consumirlos.
- Sublingual (debajo de la lengua): Algunos
medicamentos que se utilizan en ciertas urgencias tienen esta presentación.
Deben dejarse debajo de la lengua hasta que se disuelvan, procurando no
tragar la saliva en el mayor tiempo posible.
- Rectal (por el ano): Hay medicamentos en
forma de supositorios, canuletas o líquidos que deben ser administrados
por esta vía. Para su colocación, el paciente se tumbará
sobre su lado izquierdo y evitará defecar hasta pasados 20 minutos
como mínimo, salvo que se trate de una canuleta laxante; en este
caso intente aguantar de 3 a 5 minutos. Se deben lavar las manos antes
y después de su colocación.
- Intranasal (por la nariz): En forma de
sprays o gotas nasales. Esta vía suele utilizarse en casos de obstrucción
nasal. Coloque la cabeza hacia atrás y deposite en cada fosa nasal
las gotas indicadas; permanezca en esa posición unos minutos para
que las gotas penetren, respirando mientras por la boca. Cada frasco debe
ser utilizado por una sola persona.
- Inhalatoria (por la boca): en forma de
sprays o aerosoles. El paciente debe aspirar profundamente a la vez que
presiona sobre el pulsador del envase, y procurará contener después
la respiración durante 10-20 segundos para lograr la máxima
penetración del medicamento en los pulmones. Cada frasco será
utilizado por una sola persona.
- Cutánea (por la piel): en forma
de pomadas, cremas, geles, sprays... Como norma general, la absorción
del medicamento por esta vía es menor. Se debe dar una pequeña
cantidad en la zona a tratar y extenderla uniformemente. En ocasiones
es necesario cubrir la zona con una gasa. Deben lavarse las manos después
de cada aplicación. No se deben aplicar en heridas o sobre zonas
sin piel, salvo indicación médica.
- Oftálmica (por los
ojos): en forma de colirios y pomadas. Previamente a la aplicación
de medicación oftálmica, lave el ojo con una gasa empapada
en agua limpia (hervida). Diga al paciente a continuación que mire
hacia arriba. Usted coloque su pulgar en el párpado inferior, cerca
de las pestañas, y presione hacia abajo, hacia la mejilla; el párpado
inferior al descender se separará del globo ocular. Vierta las
gotas indicadas (o la pomada) en el espacio que aparece entre el párpado
y el ojo. Indique al paciente que cierre suavemente los párpados
y mueva el ojo para extender el medicamento. Evite tocar el párpado
con el cuentagotas o cánula de la pomada. La visión puede
volverse borrosa durante un rato tras la aplicación de colirios
o pomadas; espere a recuperar la visión.
Figura 6-7: Aplicación de colirio.
Figura 6-8: Aplicación
de pomada oftálmica.
Los colirios y pomadas son de uso individual, y se desecharán si
han transcurrido más de cuatro semanas desde su apertura.
- Ótica (por el oído):
pueden ser gotas o pomadas. Antes de utilizar las gotas, debe templarse
el frasco en la mano durante unos minutos. El paciente se colocará
de lado. Tire suavemente de la oreja por su parte superior, hacia arriba
y atrás, y deposite las gotas indicadas en el conducto auditivo.
Evite introducir el frasco cuentagotas. El paciente debe permanecer en
la misma postura unos minutos para evitar que la medicación salga
del oído. Las gotas óticas son de uso individual.
Figura 6-9: Aplicación de gotas en el oído.
- Inyectable (por inyección):
Con esta presentación se pueden indicar tres vías:
- Subcutánea: debajo de la piel.
- Intramuscular: dentro de un músculo.
- Intravenosa: dentro de una vena.
El botiquín dispone de jeringas y agujas esterilizadas y desechables
para administrar estos medicamentos.
Antes de poner una inyección disponga previamente de todo el material
que va a precisar:
- Jeringuilla y aguja desechables (CAJÓN 12, Botiquines A, B
y C).
- Alcohol o povidona yodada (CAJÓN 14, Botiquines A, B, C).
- Gasas y guantes estériles (CAJÓN 14, Botiquines A, B
y C).
- Medicamento indicado.
- Banda elástica de velcro o compresor de goma elástica
(CAJÓN 12, Botiquines A y B), en el caso de inyección
intravenosa.
Figura 6-10: Material para inyecciones.
Antes de aplicar un inyectable debe extremar las
medidas contra la infección, vistas en este mismo capítulo.
Cuando el medicamento está contenido en una ampolla, rompa el cuello
de la misma, protegiéndose los dedos con una gasa, según
se indica en la figura 6-11. Monte la aguja en la jeringa sin retirar
el capuchón protector.
Figura 6-11: Cómo
romper un ampolla.
Figura 6-12: NO TOCAR
LAS ZONAS EN ROJO.
Retire el capuchón de la aguja (ver figura 6-13) e introdúzcala
en la ampolla. Tire del émbolo de la jeringa para aspirar el contenido
(ver figura 6-14).
Figura 6-13: Cómo retirar
el capuchón de una aguja.
Figura 6-14: Cómo aspirar
el contenido de una aguja.
Otras veces el medicamento se presenta en polvo que hay que mezclar con
el disolvente. Cargue el disolvente como indicamos anteriormente y pinche
la aguja en el tapón de caucho del vial, introduciendo a continuación
el disolvente (ver figura 6-15). Agite el vial suavemente (ver figura
6-16) hasta la disolución completa del polvo.
Figura 6-15: Cómo introducir
el disolvente en el vial.
Figura 6-16: Cómo
agitar el vial.
Tire entonces del émbolo para
aspirar el contenido (ver figura 6-17).
Antes de proceder a la inyección, coloque la jeringa con la
aguja hacia arriba. Déle a la jeringa unos pequeños
golpes, a fin de despegar el aire de las paredes (ver figura 6-18),
y presione el émbolo para sacar el aire (ver figura 6-19).
Figura 6-17: Cómo aspirar el
contenido del vial.
Figura 6-18 y 6-19: Cómo sacar el aire de
la jeringa.
Inyección subcutánea
El lugar de inyección será generalmente la cara externa del
brazo, o bien la cara externa del muslo. Utilice una jeringa y aguja subcutánea
(corta y fina, generalmente de color naranja). Algunos medicamentos que
utilizan esta vía de administración vienen precargados en
una jeringa y con aguja de este tipo.
Coja un pellizco de piel con los dedos pulgar
e índice, después de desinfectar la zona, y clave la aguja
lentamente con el bisel hacia arriba y hacia el extremo superior del miembro
(ver figura 6-20). Suelte el pellizco, aspire para comprobar que no entra
sangre y proceda entonces a inyectar el medicamento, retirando posteriormente
la aguja. Vuelva a desinfectar la zona con una gasa empapada en povidona
yodada y efectúe un suave masaje.
Figura 6-20: Inyección
subcutánea.
Inyección intramuscular
Prepare una jeringa y aguja intramuscular (larga y gruesa, generalmente
de color verde) y cargue el medicamento (como ya se ha indicado)
Los inyectables en viales con tapones de goma precisan dos agujas, una
para cargar el medicamento y otra para pinchar, por lo que es aconsejable
aprovisionarse de agujas por separado.
El paciente se coloca boca abajo, y con los músculos relajados lo
más posible.
El punto de elección es la nalga.
Para delimitar la zona de inyección, divida la nalga en cuatro
cuadrantes mediante dos líneas perpendiculares. Utilice siempre
el cuadrante superior y externo de cada nalga (ver figura 6-21).
Después de tener cargado el medicamento, sustituya la aguja
por una nueva. Una vez elegido el punto de inyección, limpie
la zona con povidona yodada. Pinche en ángulo de 90 grados con
la aguja ya montada en la jeringa. Tire suavemente del émbolo
y, si no aparece sangre en la jeringa, inyecte suavemente el medicamento;
se debe aspirar siempre para asegurar que el medicamento no se inyecta
directamente a sangre. Si apareciera sangre, intentar otro punto cambiando
la aguja. Finalmente, retire la jeringa montada y desinfecte la zona
de nuevo con una gasa empapada en povidona yodada.
Figura 6-21: Zonas para una
inyección intramuscular.
Figura 6-22: Inyección
intramuscular.
Administración de sueros intravenosos
Los sueros son soluciones inyectables que se introducen gota a gota en
una vena. Se utilizan para aportar los líquidos necesarios a un enfermo
cuando es imposible hacerlo por vía digestiva.
Los sueros se presentan en frascos de cristal o de plástico, con
un tapón de caucho rodeado por un anillo metálico.
Para su administración, prepare todo el equipo necesario:
- Palomillas (agujas epicraneales, CAJÓN 13, Botiquines A y B).
- Gasa empapada en povidona yodada (CAJÓN 14, Botiquines A y B).
- Banda elástica de velcro o compresor de goma elástica
(CAJÓN 12, Botiquines A y B).
- Sistema de perfusión (tubuladura desechable de perfusión,
CAJÓN 13, Botiquines A y B). Es un tubo de plástico que
conectará la botella de suero con la palomilla. El extremo que
se introduce en la botella presenta una cámara cuentagotas, con
una llave que regula la velocidad de goteo.
- Esparadrapo (CAJÓN 14, Botiquines A y B).
- Suero (CAJÓN 13, Botiquines A y B).
- Guantes estériles de látex (CAJÓN 14, Botiquines
A y B).
Todo el equipo de goteo está esterilizado.
Compruebe que el envase no esté deteriorado o caducado.
Retire la protección metálica del suero. Saque el sistema
de perfusión de su envase estéril y cierre la llave o ruedecilla.
Retire el capuchón de protección del dispositivo perforador
y conéctelo al suero (ver figura 6-24). Cuelgue la botella con
el sistema de perfusión hacia abajo, aproximadamente a un metro
por encima del enfermo.
Figura 6-23: Material para
administrar
un suero intravenoso.
Libere el capuchón del otro extremo del sistema de perfusión
y conecte la palomilla (ver figura 6-25).

Figura 6-24: Cómo conectar el dispositivo perforador
al suero.

Figura 6-25: Cómo conectar el sistema de perfusión
a la palomilla.
Presione la cámara de goteo de plástico para que se llene
de líquido hasta la mitad (ver figura 6-26). Abra la llave hasta
que no quede nada de aire en el circuito y ciérrela (ver figura 6-27).
Si la cámara de goteo dispone de toma de aire, ábrala.
Figura 6-26: Llenado de
la cámara de goteo.
Figura 6-27: Cómo purgar
de aire el circuito.
No retire el capuchón de protección de la palomilla hasta
el momento de pinchar al enfermo.
Coloque el compresor (ver figura 6-28). Localice
la vena palpándola en la flexura del codo y desinfecte la piel. Póngase
los guantes (ver Capítulo
7.1, HERIDAS).

Figura 6-28: Cómo colocar el compresor.
Coja la palomilla por las alas y retire el capuchón. Introduzca
la aguja en la vena; el eje de ésta debe ir paralelo a la vena elegida.
La aguja debe dirigirse hacia el hombro y se situará con el bisel
hacia arriba, formando un ángulo de 30 a 45 grados con la piel, a
la vez que se introduce suavemente (ver figura 6-29). Cuando se vea sangre
en el canal disminuya el ángulo de ésta hasta que esté
casi paralela a la piel. La aguja debe quedar dentro de la vena (ver figura
6-30).
Figura 6-29 y 6-30: Cómo introducir la palomilla.
Retire el compresor, abra la llave y regule la velocidad de goteo según
las indicaciones recibidas. Fijar la palomilla con esparadrapo (ver figura
6-31).

Figura 6-31: Fijación de la palomilla y regulación
del goteo.
Ritmo de infusión
A través del CONSEJO MÉDICO POR RADIO,
se indicará el número de gotas a pasar en cada minuto. Regularemos
abriendo o cerrando la llave para que pase más o menos rápido,
ajustándolo a la velocidad indicada.
Compruebe la zona de infusión para detectar hinchazones, que suponen
la salida de líquidos a los tejidos fuera de la vena. Si ocurre esto,
detenga la infusión y reanúdela en otra vena, repitiendo el
proceso con otra palomilla estéril.