Guía Sanitaria a Bordo
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Contenido:

ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS

Antes de administrar cualquier medicamento debe recordar los siguientes puntos:

Inmediatamente después de administrar el medicamento, anote la fecha, hora, cantidad y vía de administración en el «Libro de Registros de Medicamentos» (CAJÓN 11, Botiquines A y B).

Si el medicamento ha de suministrarse varias veces al día, procure adecuar las tomas de forma que respeten al máximo el descanso del paciente.

Un medicamento puede tener varias presentaciones distintas: por ejemplo, en forma de comprimido, supositorio, inyección, incluso crema o pomada, y cada una va destinada a una vía concreta de administración:

  1. Oral (por boca): Pueden ser grageas, cápsulas, tabletas, comprimidos, jarabes. Las cápsulas deben tragarse enteras, sin abrir. La mayoría de las personas tragan mejor las cápsulas y tabletas si las colocan en la parte de atrás de la lengua y beben algo de líquido después. Agite las suspensiones y jarabes antes de consumirlos.


  2. Sublingual (debajo de la lengua): Algunos medicamentos que se utilizan en ciertas urgencias tienen esta presentación. Deben dejarse debajo de la lengua hasta que se disuelvan, procurando no tragar la saliva en el mayor tiempo posible.


  3. Rectal (por el ano): Hay medicamentos en forma de supositorios, canuletas o líquidos que deben ser administrados por esta vía. Para su colocación, el paciente se tumbará sobre su lado izquierdo y evitará defecar hasta pasados 20 minutos como mínimo, salvo que se trate de una canuleta laxante; en este caso intente aguantar de 3 a 5 minutos. Se deben lavar las manos antes y después de su colocación.


  4. Intranasal (por la nariz): En forma de sprays o gotas nasales. Esta vía suele utilizarse en casos de obstrucción nasal. Coloque la cabeza hacia atrás y deposite en cada fosa nasal las gotas indicadas; permanezca en esa posición unos minutos para que las gotas penetren, respirando mientras por la boca. Cada frasco debe ser utilizado por una sola persona.


  5. Inhalatoria (por la boca): en forma de sprays o aerosoles. El paciente debe aspirar profundamente a la vez que presiona sobre el pulsador del envase, y procurará contener después la respiración durante 10-20 segundos para lograr la máxima penetración del medicamento en los pulmones. Cada frasco será utilizado por una sola persona.


  6. Cutánea (por la piel): en forma de pomadas, cremas, geles, sprays... Como norma general, la absorción del medicamento por esta vía es menor. Se debe dar una pequeña cantidad en la zona a tratar y extenderla uniformemente. En ocasiones es necesario cubrir la zona con una gasa. Deben lavarse las manos después de cada aplicación. No se deben aplicar en heridas o sobre zonas sin piel, salvo indicación médica.


  7. Oftálmica (por los ojos): en forma de colirios y pomadas. Previamente a la aplicación de medicación oftálmica, lave el ojo con una gasa empapada en agua limpia (hervida). Diga al paciente a continuación que mire hacia arriba. Usted coloque su pulgar en el párpado inferior, cerca de las pestañas, y presione hacia abajo, hacia la mejilla; el párpado inferior al descender se separará del globo ocular. Vierta las gotas indicadas (o la pomada) en el espacio que aparece entre el párpado y el ojo. Indique al paciente que cierre suavemente los párpados y mueva el ojo para extender el medicamento. Evite tocar el párpado con el cuentagotas o cánula de la pomada. La visión puede volverse borrosa durante un rato tras la aplicación de colirios o pomadas; espere a recuperar la visión.

    Imagen de paciente al que se le aplica un colirio

    Figura 6-7: Aplicación de colirio.


    Imagen de paciente al que se le aplica una pomada oftálmica

    Figura 6-8: Aplicación
    de pomada oftálmica.

    Los colirios y pomadas son de uso individual, y se desecharán si han transcurrido más de cuatro semanas desde su apertura.


  8. Ótica (por el oído): pueden ser gotas o pomadas. Antes de utilizar las gotas, debe templarse el frasco en la mano durante unos minutos. El paciente se colocará de lado. Tire suavemente de la oreja por su parte superior, hacia arriba y atrás, y deposite las gotas indicadas en el conducto auditivo. Evite introducir el frasco cuentagotas. El paciente debe permanecer en la misma postura unos minutos para evitar que la medicación salga del oído. Las gotas óticas son de uso individual.

    Imagen de paciente al que se le aplica unas gotas en el oído

    Figura 6-9: Aplicación de gotas en el oído.

  9. Inyectable (por inyección): Con esta presentación se pueden indicar tres vías:

    • Subcutánea: debajo de la piel.
    • Intramuscular: dentro de un músculo.
    • Intravenosa: dentro de una vena.

    El botiquín dispone de jeringas y agujas esterilizadas y desechables para administrar estos medicamentos.

    Antes de poner una inyección disponga previamente de todo el material que va a precisar:
    • Jeringuilla y aguja desechables (CAJÓN 12, Botiquines A, B y C).
    • Alcohol o povidona yodada (CAJÓN 14, Botiquines A, B, C).
    • Gasas y guantes estériles (CAJÓN 14, Botiquines A, B y C).
    • Medicamento indicado.
    • Banda elástica de velcro o compresor de goma elástica (CAJÓN 12, Botiquines A y B), en el caso de inyección intravenosa.
    • Imagen de material para inyecciones

      Figura 6-10: Material para inyecciones.


      Antes de aplicar un inyectable debe extremar las medidas contra la infección, vistas en este mismo capítulo.

      Cuando el medicamento está contenido en una ampolla, rompa el cuello de la misma, protegiéndose los dedos con una gasa, según se indica en la figura 6-11. Monte la aguja en la jeringa sin retirar el capuchón protector.

      Imagen de rotura de una ampolla por el cuello de la misma

      Figura 6-11: Cómo
      romper un ampolla.

      Imagen de jeringa, con zona roja donde se introduce la aguja, aguja marcada como zona roja y capuchón

      Figura 6-12: NO TOCAR
      LAS ZONAS EN ROJO
      .


      Retire el capuchón de la aguja (ver figura 6-13) e introdúzcala en la ampolla. Tire del émbolo de la jeringa para aspirar el contenido (ver figura 6-14).

      Imagen de cómo retirar el capuchón de una aguja

      Figura 6-13: Cómo retirar
      el capuchón de una aguja.

      Imagen de como aspirar el contenido de una aguja

      Figura 6-14: Cómo aspirar
      el contenido de una aguja.


      Otras veces el medicamento se presenta en polvo que hay que mezclar con el disolvente. Cargue el disolvente como indicamos anteriormente y pinche la aguja en el tapón de caucho del vial, introduciendo a continuación el disolvente (ver figura 6-15). Agite el vial suavemente (ver figura 6-16) hasta la disolución completa del polvo.

      Imagen de cómo introducir el disolvente en el vial

      Figura 6-15: Cómo introducir
      el disolvente en el vial.

      Imagen de cómo agitar el vial

      Figura 6-16: Cómo
      agitar el vial.



      Tire entonces del émbolo para aspirar el contenido (ver figura 6-17).

      Antes de proceder a la inyección, coloque la jeringa con la aguja hacia arriba. Déle a la jeringa unos pequeños golpes, a fin de despegar el aire de las paredes (ver figura 6-18), y presione el émbolo para sacar el aire (ver figura 6-19).

      Imagen de cómo aspirar el contenido del vial

      Figura 6-17: Cómo aspirar el
      contenido del vial.


      Imagen de cómo sacar el aire de la jeringa paso uno Imagen de cómo sacar el aire de la jeringa paso dos

      Figura 6-18 y 6-19: Cómo sacar el aire de la jeringa.


Inyección subcutánea

El lugar de inyección será generalmente la cara externa del brazo, o bien la cara externa del muslo. Utilice una jeringa y aguja subcutánea (corta y fina, generalmente de color naranja). Algunos medicamentos que utilizan esta vía de administración vienen precargados en una jeringa y con aguja de este tipo.

Coja un pellizco de piel con los dedos pulgar e índice, después de desinfectar la zona, y clave la aguja lentamente con el bisel hacia arriba y hacia el extremo superior del miembro (ver figura 6-20). Suelte el pellizco, aspire para comprobar que no entra sangre y proceda entonces a inyectar el medicamento, retirando posteriormente la aguja. Vuelva a desinfectar la zona con una gasa empapada en povidona yodada y efectúe un suave masaje.
Imagen de paciente al que se le practica una inyección subcutánea

Figura 6-20: Inyección
subcutánea.

Inyección intramuscular

Prepare una jeringa y aguja intramuscular (larga y gruesa, generalmente de color verde) y cargue el medicamento (como ya se ha indicado)

Los inyectables en viales con tapones de goma precisan dos agujas, una para cargar el medicamento y otra para pinchar, por lo que es aconsejable aprovisionarse de agujas por separado.

El paciente se coloca boca abajo, y con los músculos relajados lo más posible.

El punto de elección es la nalga. Para delimitar la zona de inyección, divida la nalga en cuatro cuadrantes mediante dos líneas perpendiculares. Utilice siempre el cuadrante superior y externo de cada nalga (ver figura 6-21).

Después de tener cargado el medicamento, sustituya la aguja por una nueva. Una vez elegido el punto de inyección, limpie la zona con povidona yodada. Pinche en ángulo de 90 grados con la aguja ya montada en la jeringa. Tire suavemente del émbolo y, si no aparece sangre en la jeringa, inyecte suavemente el medicamento; se debe aspirar siempre para asegurar que el medicamento no se inyecta directamente a sangre. Si apareciera sangre, intentar otro punto cambiando la aguja. Finalmente, retire la jeringa montada y desinfecte la zona de nuevo con una gasa empapada en povidona yodada.

Imagen que muestra las zonas para una inyección intramuscular

Figura 6-21: Zonas para una
inyección intramuscular.


Imagen de paciente al que se le practica una inyección intramuscular

Figura 6-22: Inyección
intramuscular.


Administración de sueros intravenosos

Los sueros son soluciones inyectables que se introducen gota a gota en una vena. Se utilizan para aportar los líquidos necesarios a un enfermo cuando es imposible hacerlo por vía digestiva.

Los sueros se presentan en frascos de cristal o de plástico, con un tapón de caucho rodeado por un anillo metálico.

Para su administración, prepare todo el equipo necesario:

Todo el equipo de goteo está esterilizado. Compruebe que el envase no esté deteriorado o caducado.
Retire la protección metálica del suero. Saque el sistema de perfusión de su envase estéril y cierre la llave o ruedecilla. Retire el capuchón de protección del dispositivo perforador y conéctelo al suero (ver figura 6-24). Cuelgue la botella con el sistema de perfusión hacia abajo, aproximadamente a un metro por encima del enfermo.
Imagen de material para administrar un suero intravenoso

Figura 6-23: Material para
administrar
un suero intravenoso.

Libere el capuchón del otro extremo del sistema de perfusión y conecte la palomilla (ver figura 6-25).

Imagen de cómo conectar el dispositivo perforador al suero

Figura 6-24: Cómo conectar el dispositivo perforador al suero.

Imagen de cómo conectar el sistema de perfusión a la palomilla

Figura 6-25: Cómo conectar el sistema de perfusión a la palomilla.

Presione la cámara de goteo de plástico para que se llene de líquido hasta la mitad (ver figura 6-26). Abra la llave hasta que no quede nada de aire en el circuito y ciérrela (ver figura 6-27). Si la cámara de goteo dispone de toma de aire, ábrala.

Imagen de llenado de la cámara de goteo

Figura 6-26: Llenado de
la cámara de goteo.

Imagen de cómo purgar de aire el circuito

Figura 6-27: Cómo purgar
de aire el circuito.

No retire el capuchón de protección de la palomilla hasta el momento de pinchar al enfermo.

Coloque el compresor (ver figura 6-28). Localice la vena palpándola en la flexura del codo y desinfecte la piel. Póngase los guantes (ver Capítulo 7.1, HERIDAS).

Imagen de como colocar el compresor

Figura 6-28: Cómo colocar el compresor.

Coja la palomilla por las alas y retire el capuchón. Introduzca la aguja en la vena; el eje de ésta debe ir paralelo a la vena elegida. La aguja debe dirigirse hacia el hombro y se situará con el bisel hacia arriba, formando un ángulo de 30 a 45 grados con la piel, a la vez que se introduce suavemente (ver figura 6-29). Cuando se vea sangre en el canal disminuya el ángulo de ésta hasta que esté casi paralela a la piel. La aguja debe quedar dentro de la vena (ver figura 6-30).

Imagen de cómo introducir la palomilla, paso uno Imagen de cómo introducir la palomilla, paso dos

Figura 6-29 y 6-30: Cómo introducir la palomilla.

Retire el compresor, abra la llave y regule la velocidad de goteo según las indicaciones recibidas. Fijar la palomilla con esparadrapo (ver figura 6-31).

Imagen de fijación de la palomilla y regulación del goteo

Figura 6-31: Fijación de la palomilla y regulación del goteo.

Ritmo de infusión

A través del CONSEJO MÉDICO POR RADIO, se indicará el número de gotas a pasar en cada minuto. Regularemos abriendo o cerrando la llave para que pase más o menos rápido, ajustándolo a la velocidad indicada.

Compruebe la zona de infusión para detectar hinchazones, que suponen la salida de líquidos a los tejidos fuera de la vena. Si ocurre esto, detenga la infusión y reanúdela en otra vena, repitiendo el proceso con otra palomilla estéril.

 



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