Contenido:
HEMORRAGIAS
Una hemorragia es la salida de la sangre por rotura de los vasos (arterias
o venas) por los que circula.
ACTITUD ANTE LAS HEMORRAGIAS
- HEMORRAGIAS INTERNAS Y EXTERIORIZADAS
Las hemorragias internas se sospecharán si el paciente presenta
dolor tras un traumatismo con piel pálida, fría y sudorosa,
pulso rápido y débil, respiración rápida,
tensión arterial baja, mareo o pérdida de conciencia. Actuaremos
de la siguiente forma:
- Debe acostarse al enfermo en posición horizontal, salvo que
pierda el conocimiento; en este caso se colocará en la posición
lateral de seguridad (ver Capítulo
1.5).
- Abrigar al paciente con una manta.
- No darle nada por vía oral.
- Intentar conseguir lo antes posible CONSEJO
MÉDICO POR RADIO.
- En caso de epistaxis (sangre por la nariz),
mantener la cabeza inclinada hacia delante, para comprobar que sigue
sangrando. Apretar ambos orificios nasales, cerca del hueso de la nariz,
unos 10 minutos (ver figura 7-30). Aplicar un paño frío
sobre la nariz y frente. Si con esto es suficiente, no sonarse ni hurgarse
en la nariz por lo menos durante 24 horas. Si la hemorragia no se detiene
después de 30 minutos, intentar colocar una gasa estéril,
recortada en forma de tira estrecha, en su interior, ayudándose
con una pinza de disección (CAJÓN 12, Botiquines A y B)
para hacer compresión sobre el vaso que sangra (ver figura 7-31).
Figura 7-30: Primera actuación
en un sangrado por la nariz.
Figura 7-31: Taponamiento nasal.
- HEMORRAGIAS EXTERNAS
Su tratamiento se hará de forma secuencial, siguiendo unos pasos
muy precisos. Es importante realizarlo de este modo, puesto que si un
método es suficiente para detener la hemorragia no se debe pasar
al siguiente.
- Presión directa sobre la herida
Es la forma más eficaz de detener una hemorragia. En caso de
una hemorragia intensa se puede utilizar cualquier paño al
alcance; si se puede elegir, se cogerán gasas estériles
(CAJÓN 14, Botiquines A, B y C). Esta presión se debe
mantener 10 minutos, haciéndolo directamente sobre el punto
sangrante. Si continúa el sangrado, añadir más
gasas sin retirar las anteriores ni cesar en la compresión
(ver dibujos 7-32 y 7-33). Si la hemorragia se ha producido en una
extremidad (brazo o pierna) debe combinarse esta actuación
con la elevación del miembro afectado.
Figura 7-32 y 7-33: Presión directa para
cortar una hemorragia.
Si la sangre mana de un punto muy concreto en cantidad importante
y el taponamiento no es suficiente, podemos intentar cortar el sangrado
utilizando unas pinzas hemostáticas rectas con dientes (CAJÓN
12, Botiquines A y B), si se tiene experiencia en su uso.
El taponamiento debe mantenerse hasta que apenas sangre, y se realizará
después una cura tal y como se explica en el apartado de las
heridas.
En el caso concreto de hemorragia
en el labio, apretar éste entre los dedos, como indica
la figura.
Figura 7-34: Cómo detener
una hemorragia en el labio.
Si a pesar de todo la hemorragia continuase
siendo muy intensa, se pasará al siguiente método.
- Presión sobre la arteria
Esta técnica es difícil de realizar, pues exige un conocimiento
de los puntos por donde pasan las arterias (los que se señalan
en la figura 7-35). Presenta la ventaja de que se impide el paso de
la sangre a través de la arteria lesionada, pero no a través
de otras arterias.
Figura 7-35: Puntos de compresión arteriales
para cortar una hemorragia.
- Torniquete
Se recurre a él cuando han fracasado las medidas anteriores
y la hemorragia sigue siendo importante, o como primera medida sólo
ante hemorragias muy profusas (por ejemplo, la amputación de
una extremidad). Tiene el peligro de que impide el paso de sangre
a todo el miembro, pudiendo producir gangrena o lesiones de nervios
(parálisis) si el torniquete se mantiene más tiempo
del que la extremidad puede soportar.
El torniquete debe realizarse en las zonas de los miembros donde sólo
exista un hueso.
La técnica para colocar un torniquete es sencilla. Basta con
un elemento que apriete circularmente el brazo o el muslo. Pero existen
dos formas muy fáciles y menos traumáticas:
Cuando se realiza un torniquete es muy importante:
- Anotar la hora en que se coloca.
- Mantener fría la parte inferior
del miembro en que se ha puesto el torniquete mediante
hielo o bolsas frías, que no tocará directamente
la piel, sino que se aislará mediante una venda o un paño
(ver Capítulo
6.5, APLICACIÓN DE CALOR Y FRÍO).
- Aflojar el torniquete cada 15 minutos
para que circule la sangre por el resto del miembro. Si continúa
la hemorragia, volver a comprimir transcurridos 30 segundos.
- CONSEJO MÉDICO POR RADIO.