Guía Sanitaria a Bordo
Sallto al menú de la guíaSallto al contenido de la guía
Contenido:

PICOR (PRURITO)

El prurito es una sensación localizada o generalizada que el paciente intenta aliviar rascándose. Es una respuesta de la piel a una amplia gama de estímulos físicos y químicos.

Puede estar asociado a enfermedades de la piel o a enfermedades generales del organismo:

  1. El picor asociado a un problema en la piel suele ser localizado, existiendo lesiones cutáneas que lo justifican. La causa más frecuente, dentro de este grupo, la constituye la sequedad de la piel (xeroris); suele darse en personas mayores de cuarenta años, siendo su localización más típica las piernas.

    Puede ser debido a parásitos en la piel, (ver Capítulo 8.36, PARÁSITOS DE LA PIEL).

    El picor en el ano en concreto es causado a menudo por el exceso de sudor, suciedad o secreción por almorranas. Hay que descartar infectación por lombrices, (ver Capítulo 8.36, LOMBRICES).


  2. El prurito asociado a enfermedades internas es generalizado, más o menos intenso, y no se observa ninguna lesión que lo justifique. Puede aparecer en enfermedades de hígado, sangre, riñón, tiroides, diabetes, etc., o acompañar a una urticaria, (ver Capítulo 2.1, REACCIÓN ALÉRGICA).

    Será el tratamiento de la causa del picor el que ponga fin a éste. No obstante, como medida general hay que evitar irritantes cutáneos, como fibras sintéticas, jabones y detergentes, manteniendo bien hidratada la piel, con duchas de agua tibia, y secar sin frotar. Debe evitarse el rascado; si éste es irresistible, usar las yemas de los dedos, no las uñas. En ciertos casos, la aplicación de polvos de talco puede aliviar.

Si el picor se hace insoportable, buscar CONSEJO MÉDICO POR RADIO.

 


Copyright © Seguridad Social. 1995. Todos los derechos reservados.
Menú Guía: Salto al contenido de la guía Salto a la cabecera